Qué curiosa situación, unos se aman y otros no, nadie te explica cómo hacer cuando aparte de dos, hay otros dos. Qué dulce sensación, la de no mirar atrás, porque lo vivido jamás será mejor que lo que está por llegar. Los celos son veneno, creéme, pero yo te quiero y tú me quieres aún más, lo sé. Qué díficil es deshacernos del ayer... Y es que ya ves, no hay medida en nuestra forma de querer, me buscabas justo cuando te encontré. Piensa bien, vaya a ser que caiga rendido a tus pies y no haya forma de retroceder... Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer. Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer. Qué díficil aceptar que el pasado vuelva a llamar. Qué díficil mirar al futuro cuando aún hay heridas que cerrar. Y mi pena con tu pena, restarán, pero nos queremos como nadie se ha querido jamás. Mira qué suerte que nos hayamos encontrado al final. Y es que ya ves, no hay medida en nuestra forma de querer, me buscabas justo cuando te encontré. Piensa bien, vaya a ser que caiga rendido a tus pies y no haya forma de retroceder... Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer. Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer. Quien quiere puede, no caigamos otra vez. Nosotros somos dueños del amor que nos tenemos, sólo es cuestión de ver que el buen amor es quererse bien. Y es que ya ves, no hay medida en nuestra forma de querer, me buscabas justo cuando te encontré. Piensa bien, vaya a ser que caiga rendido a tus pies y no haya forma de retroceder... Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer. Te voy a morder, me vas a morder, para volvernos locos al amanecer.