Mi mama solía decirme recuerdo cuando era chango usted se acuesta a la siesta no vayas a andar hondiando. Hay nomás ya me ordenaba prepare el catre muchacho y debajito el alero tirate a siestiar un rato. Bajo el sopor de la siesta todo en silencio quedaba y con los changos pa'l monte en puta i´pié me escapaba. Que lejos que queda ahora esa niñez añorada quisiera mama me mandes que yo en mi catre siestiara. Parece que fuera ahora cuando mi mama ordenaba que un mandadito le hiciera yo a los rezongos rumbeaba. Si me encontraba a los changos que a las bolitas jugaban la bolsa de los mandados a un costadito quedaba. Yo sacaba mi terita y si por ai´ yo ganaba como nidito i´boyero mi bolsillito quedaba. Que lejos que queda ahora...