Los Días Raros Ábrelo, ábrelo despacio. Di que ves, dime que ves, si hay algo. Un manantial breve y fugaz, entre las manos. Toca afinar, definir el trazo. Sintonizar, reagrupar pedazos. A mi colección de medallas, y de arañazos. Ya está aquí, quien lo vio, bailar como un lazo en un ventilador. Quien iba a decir, que sin carbón, no hay reyes magos. Aún quedan vicios por perfeccionar, en los días raros. Nos destaparemos en la intimidad , con la punta del zapato. Ya está aquí, quien lo vio, bailar como un lazo en un ventilador. Quien iba a decir, que sin borrón, no hay trato. El futuro se vistió, con el traje nuevo del emperador. Quien iba a decir que sin carbón, no hay reyes magos. Nos quedan muchos más regalos por abrir, monedas que al girar, descubran un perfil. Y ernpieza el celofán, y acaba en eco.