Se conocen unos setecientos casos de personas supuestamente secuestradas por extraterrestres, con el objeto de implantarles un microchip en el cerebro a través del cual poder darles ordenes que ellos operan. Muchas de estas personas presentan pequeñas cicatrices en el cuero cabelludo y en el cuello que son el testimonio de que les han colocado cuerpos extraños. La mayoría de los secuestrados afirman que subieron en una nave con unos seres vacíos y cabezones